Obtener aportes para un Proyecto Educativo en Valores, tomando como base las reflexiones y experiencias de vida de personas de diferentes profesiones y ocupaciones
Yo creo que a la juventud de hoy le ha tocado un momento histórico muy difícil y a la vez muy positivo aunque definitivamente casi imposible de sobrellevar. La juventud de hoy encara la pérdida total de valores que impera en una sociedad absolutamente materialista y hedonista que los ha traicionado todos en pos de la conveniencia personal o colectiva. Ejemplos abundan para un observador atento que vea más allá de lo aparente. Un joven de hoy que no tiene sensibilidad se inserta en la sociedad y comienza a tratar de desenvolverse en ella deberá ciertamente traicionar muchos valores de conciencia e ideales en los cuales creía y se da cuenta de que son irrealizables e imposibles de llevar a la práctica. Lo terrible es para un joven que sea sensible; sencillamente no podrá jamás insertarse en esta sociedad que gira alrededor del dinero y del egocentrismo. Entonces a este joven lo invade irremisiblemente una sensación de fracaso, de haber sido engañado, de cinismo ante la vida, la sensación de no ser en sí mismo y en todo. Prueba de esto son los movimientos que prevalecen hoy en día. Movimientos y tendencias que reflejan un estado interno, ya no de rebeldía diría yo, sino de ausencia de significado en la vida: manifestaciones culturales, las tendencias de la moda, las expresiones del pensamiento joven, todas ellas demuestran una sensación de vacío, muerte y autodestrucción. Yo creo que todos hemos pasado por un proceso similar al tenernos que insertar en la sociedad productiva. Siempre he tenido presente un decir de un banquero suizo que conocí en mi juventud –hablando precisamente sobre esto y ante la negativa mía a la pregunta de si era yo comunista–, me decía algo más o menos así: Un joven que no sea comunista no tiene corazón; y, un adulto que siga siendo comunista, no tiene razón (cabeza). Me parece un extracto maravilloso de lo que nos sucede a cada uno en la difícil transición de joven a adulto…
Yo creo que la juventud de ahora sí tiene valores. En mi generacion los valores no han cambiado, sólo que nosotros ahora vivimos de una manera distinta en la que simplemente ó no se le da mucha importancia a lo que hacemos o cómo lo hacemos, o los demás de otras generaciones no nos comprenden... Somos más "independientes" y mucho más centrados de lo que la gente cree, y a veces sentimos que nos podemos llevar el mundo por delante..
Sí tenemos valores, sólo que somos un poco más fríos, si te gusta bien y si no también.. No todos merecen ser tratados con valores.. y el mundo no es tan amable ni rosa como se cree.. No por eso somos malas personas.. Son pocos los que de verdad no andan bien..
LOS VALORES UNO NO LOS APRENDE POR SÍ MISMOS, LOS VALORES SE INCULCAN.. Si las cosas son como son ahora, es porque tal vez es así como se nos inculcó ser, puede que no nuestra familia, pero sí la sociedad...
Sin asumir posturas pesimistas o cínicas, es necesario reconocer una realidad: en gran medida el comportamiento de la sociedad indica que se están dejando de asumir los valores morales, y en cambio se emplean otros que podemos llamar antivalores, lo cual afecta en las relaciones humanas.
Los valores surgen principalmente en nosotros, los individuos, por influencia de nuestro núcleo familiar, y son valores tales como: el respeto, la tolerancia, la honestidad, responsabilidad, etc.
Estos valores surgen de la calidad de las relaciones con las personas significativas en nuestra vida, padres, hermanos, familiares y amigos.
Cuando alcanzamos cierta edad, y llegamos a la juventud, nos hacemos partícipes en la toma de decisiones, y en aportes sobre asuntos familiares, y es cuando dichos valores adquiridos nos ayudan a insertarnos eficazmente en la vida social.
En mi opinión, no es cuestión de edad, de si somos jóvenes o adultos, es cuestión de cultura, de actitud, tolerancia, de querer ser mejores cada día.
3 comentarios:
«LA POSTMODERNIDAD
ES LA ÉPOCA DEL DESENCANTO»
Yo creo que a la juventud de hoy le ha tocado un momento histórico muy difícil y a la vez muy positivo aunque definitivamente casi imposible de sobrellevar. La juventud de hoy encara la pérdida total de valores que impera en una sociedad absolutamente materialista y hedonista que los ha traicionado todos en pos de la conveniencia personal o colectiva. Ejemplos abundan para un observador atento que vea más allá de lo aparente. Un joven de hoy que no tiene sensibilidad se inserta en la sociedad y comienza a tratar de desenvolverse en ella deberá ciertamente traicionar muchos valores de conciencia e ideales en los cuales creía y se da cuenta de que son irrealizables e imposibles de llevar a la práctica. Lo terrible es para un joven que sea sensible; sencillamente no podrá jamás insertarse en esta sociedad que gira alrededor del dinero y del egocentrismo. Entonces a este joven lo invade irremisiblemente una sensación de fracaso, de haber sido engañado, de cinismo ante la vida, la sensación de no ser en sí mismo y en todo. Prueba de esto son los movimientos que prevalecen hoy en día. Movimientos y tendencias que reflejan un estado interno, ya no de rebeldía diría yo, sino de ausencia de significado en la vida: manifestaciones culturales, las tendencias de la moda, las expresiones del pensamiento joven, todas ellas demuestran una sensación de vacío, muerte y autodestrucción. Yo creo que todos hemos pasado por un proceso similar al tenernos que insertar en la sociedad productiva. Siempre he tenido presente un decir de un banquero suizo que conocí en mi juventud –hablando precisamente sobre esto y ante la negativa mía a la pregunta de si era yo comunista–, me decía algo más o menos así: Un joven que no sea comunista no tiene corazón; y, un adulto que siga siendo comunista, no tiene razón (cabeza). Me parece un extracto maravilloso de lo que nos sucede a cada uno en la difícil transición de joven a adulto…
Yo creo que la juventud de ahora sí tiene valores. En mi generacion los valores no han cambiado, sólo que nosotros ahora vivimos de una manera distinta en la que simplemente ó no se le da mucha importancia a lo que hacemos o cómo lo hacemos, o los demás de otras generaciones no nos comprenden... Somos más "independientes" y mucho más centrados de lo que la gente cree, y a veces sentimos que nos podemos llevar el mundo por delante..
Sí tenemos valores, sólo que somos un poco más fríos, si te gusta bien y si no también.. No todos merecen ser tratados con valores.. y el mundo no es tan amable ni rosa como se cree.. No por eso somos malas personas.. Son pocos los que de verdad no andan bien..
LOS VALORES UNO NO LOS APRENDE POR SÍ MISMOS, LOS VALORES SE INCULCAN.. Si las cosas son como son ahora, es porque tal vez es así como se nos inculcó ser, puede que no nuestra familia, pero sí la sociedad...
Sin asumir posturas pesimistas o cínicas, es necesario reconocer una realidad: en gran medida el comportamiento de la sociedad indica que se están dejando de asumir los valores morales, y en cambio se emplean otros que podemos llamar antivalores, lo cual afecta en las relaciones humanas.
Los valores surgen principalmente en nosotros, los individuos, por influencia de nuestro núcleo familiar, y son valores tales como: el respeto, la tolerancia, la honestidad, responsabilidad, etc.
Estos valores surgen de la calidad de las relaciones con las personas significativas en nuestra vida, padres, hermanos, familiares y amigos.
Cuando alcanzamos cierta edad, y llegamos a la juventud, nos hacemos partícipes en la toma de decisiones, y en aportes sobre asuntos familiares, y es cuando dichos valores adquiridos nos ayudan a insertarnos eficazmente en la vida social.
En mi opinión, no es cuestión de edad, de si somos jóvenes o adultos, es cuestión de cultura, de actitud, tolerancia, de querer ser mejores cada día.
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